sábado, 19 de septiembre de 2009

De regreso


Crecer, crecer, crecer, separarnos poco a poco, cada paso me maravilla, me ilusiona, me duele. Me necesitas, te necesito, ambas vamos ensayando darnos más espacio, más libertad, probamos un poquito y luego corremos a abrazarnos. Tu con tu año de edad y yo con mis 35 estamos en lo mismo, tu proceso es el mío también. Cada mañana nos despedimos en la puerta de la escuela y nos separamos cada una con su resistencia, con su llanto cada una y luego nos alegramos juntas de encontrarnos, de tu avance, de tus juegos, de cómo vas madurando tan rápido. Después de todo tenemos la tarde que es un descanso, para estar juntas, para acercarnos, para querernos y corroborar que ahí seguimos y que en realidad hay cosas que no cambian, no de fondo, no de raíz.

Lía está por cumplir un mes en la escuela, el proceso no ha sido fácil, el momento diario de la separación se ha ido modificando, ahora no llora y el otro día hasta me dijo adios con su manita, seriecita, seriecita eso si, pero sin llorar, lo que es un alivio. El fin de semana pasado tuvo que hacer su primera tarea, una bandera de México, por eso de las fiestas patrias. Así nos sentamos en el suelo a pintar con los dedos, dedos verdes y rojos, y rojo y verde también la ropa, el pelo, las orejas pero lo logramos, su bandera figura en primera fila en la exposición de su escuela, le guta verla y más le gusta ahora pintar con los dedos en hojas blancas o cuadrenos de colorear, esta se ha vuelto una actividad cotidiana para disfrutar en la casa.